Día del libro

Hoy es el día del libro. ¿Por qué se decide que hoy lo sea? Porque un 23 de abril murieron Shakespeare y Cervantes, ambos en el año 1616. Dos de los más grandes escritores de todos los tiempos en lengua inglesa y española.

Yo personalmente, no tengo claro si "el día de" me gusta o no. Por un lado, es una buena oportunidad para hacer la que la gente sea consciente de determinadas problemáticas y hacer también que los políticos prometan más ayudas, (aunque luego se queden sólo en promesas); por otro, llenar el calendario con "días de" nos ha hecho que seamos ya un poco inmunes a tanta celebración o recordatorio, o que sólo prestemos atención el día que la prensa nos lo recuerda. ¿Qué pasa el resto del año? ¡Ah, sí, tenemos más "días de" que atender!

El día del libro sí sería una buena excusa para apagar la televisión y hacer trabajar un poco nuestra mente con la lectura de un libro. Yo he decidido empezar uno que habla de la isla de Spinalonga, cerca de Creta, en Grecia. Escrito por una autora inglesa, Victoria Hislop, nos presenta el caso peculiar de esta isla a donde eran desterrados los enfermos de lepra y allí se les casi abandonaba a su suerte. Enfermedad, dolor, pero también amor y generosidad parecen llenar las páginas de esta novela titulada, en inglés, "La isla" (no conozco si existe traducida al español), tal como afirman las estupendas críticas que sobre ella se han escrito.

En su momento, escribimos un artículo dedicado a la importancia de la lectura infantil, hoy recordaremos la importancia de leer a cualquier edad, ejercicio fundamental para que nuestra mente no se atrofie, para imaginar, viajar, soñar, aprender, llorar, reir. Para ser humanos.